Llafranc viaja entre la tradición y la modernidad. Destino popular y de prestigio desde hace más de 50 años. La bahía de arena fina, bordeada por un agradable paseo que llega hasta el puerto náutico, tiene como marco la iglesia de Santa Rosa de Lima, con una prensa de vino romana al lado, y el cabo de Sant Sebastià al norte. En este punto encontramos las mejores vistas de nuestro litoral, además del Conjunto Monumental de Sant Sebastià de la Guarda, formado por el faro de Sant Sebastià, la torre de vigía, la ermita y el poblado ibérico restaurado. También es un buen punto para emprender el camino de ronda en dirección a Tamariu, pasando por la cala Pedrosa, o para ir en la búsqueda del dolmen de Can Mina dels Torrents.

Como actividades destacadas, tenemos la Cantada de Habaneras de Llafranc, el primer sábado de agosto, y el Mercat Boig (Mercado Loco), el primer sábado de septiembre


Tradición y Modernidad