Durante muchos años, la comarca tuvo dos pequeños trenes que comunicaban la costa con el interior. Uno conectaba Palamós con Girona, pasando por La Bisbal, y el otro enlazaba Sant Feliu de Guíxols con Girona pasando por Cassà de la Selva. Durante muchos años, más o menos un siglo, estos trenes fueron el principal medio de transporte tanto de personas como de mercancías. El tren fue usado sobre todo por la industria del corcho, ya que conectaba fácilmente las zona de explotación del corcho, las vertientes de Les Gavarres y el Ardenya con el puerto marítimo de Sant Feliu de Guíxols y de  Palamós. La ruta de hoy sigue el recorrido del Carrilet por el Vall d’Aro (Valle de Aro), para regresar después hasta Sant Feliu de Guíxols por las vertientes del Ardenya.


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